Quizás, uno de los peores maleficios que hay sea enamorarse de alguien encantador, mentiroso y sin escrúpulos que lo destruye todo y a todos; pero que, por su carisma, consigue engañar una y otra vez a quienes le rodean. Aunque quizás, el peor maleficio no es enamorarse de alguien así, sino aceptar que no puedes ni quieres luchar contra esa realidad, y, finalmente, destruirte quedándote a su lado.
No es la primera vez que leo este libro, pero sí la que más me ha golpeado. “La herencia de Eszter”, de Sándor Márai, una obra maestra.