Cómo decirte que contigo el cielo es más azul, que las noches brillan con tu mirada y que me duermo abrazada a ti, aunque tú no estés. Que te echo de menos, que desearía que estuvieses aquí, que te querría a mi lado, siempre. Que recordaré tus ojos, tu sonrisa, tu alma, tu voz, y que esperaré hasta volvernos a ver porque algo de ti quedó en mí. Que serás fuego, siempre, el fuego que arde, el que inspira, el que ilumina y reconforta cuando todo va mal, bien. Que eres infinito en mí. Ven, dices, y me tiendes la mano para que regrese a ti. Pero voy sin ir. Eres el pensamiento que ilumina mis días, vivo abrazada a ti.

Esperaré. Seré dulce, suave, lenta. Porque si tú lo quieres, yo también.

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