Siempre me ha gustado la poesía lírica tradicional ─y me remonto a mis años de escuela, a ese segundo de BUP que es cuando la descubrí─, por su sencillez, por lo ruralista y su delicada belleza. Me gustaba pero pensaba: «Ha de haber algo más». Y por fin lo he encontrado gracias a este magnífico libro de Juan Victorio.

Porque en esta lírica (la medieval, época en la que se centra el autor), se habla de amor, pero no de ese amor espiritual que se sube al alma para convertirse en un sentimiento inmaculado e irrealizable, sino de un amor cargado de realización y erotismo, del amor tal y como lo siente el pueblo en su día a día. Que la lírica tradicional es hermosa ya lo sabíamos, pero quedarse en lo superficial o caer en los tópicos literarios, que es lo que suele enseñarse en la escuela, es un despropósito. Entendamos, pues, ese amor cargado de simbología erótica y desgranemos su significado palabra a palabra, verso a verso, para entender al completo su profundidad. Por ejemplo, si leemos

Recordedes (‘despertad’), niña,

con el albore,

oiredes el canto

del ruiseñore.

pensaremos que es una invitación a que la joven se despierte al alba para escuchar el canto del ruiseñor. Pero si lo leemos a través de sus símbolos, sabremos que la joven, al alba, se encontrará con su enamorado. Motivo que me recuerda a la Narración Cuarta de la Quinta Jornada del Decamerón, de Boccaccio, donde el mismo mensaje se despliega con gracia y humor.

Y aunque el autor se centre en las jarchas, las cántigas y los romances medievales, hay continuas referencias a la poesía de Federico García Lorca, para que entendamos hasta qué punto la lírica tradicional medieval influye en nuestra literatura de todos los tiempos. Por cierto, sobre Lorca léase «Por un anfibio sendero…». Los espacios simbólicos en Federico García Lorca,  de Javier Salazar Rincón, y comprenderemos todavía más dicha influencia y su poesía.

Gracias a este magnífico libro de nuestro gran medievalista Juan Victorio, he podido comprender la lírica tradicional, en su complejidad, profundidad y belleza y, además, conectar diferentes conocimientos a la luz de tan grata lectura.

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