Me gustaría enseñaros algunas fotos de mi último viaje a Maidstone y Brighton, dos de los lugares en los que me inspiré para Blanca y Elisa. Porque siempre nos gusta, cuando leemos una novela, reconocer los lugares que aparecen en ella.

Para quienes la hayáis leído, sabréis que en Maidstone suceden cosas importantes, lo primero es que durante el siglo XIX vivieron Margaret y Elisa Parrington. Como por aquel entonces se viajaba en coche de caballos o en tren, me decidí por el tren (será que en carroza hubiese sido difícil). Si os fijáis en la foto 1, veréis la bonita bienvenida que nos da la estación: tiene una reproducción de un mapa del siglo XIX con los principales puntos de interés que hay en la zona. En la foto aparezco yo pero podría ser Blanca investigando la vida de Elisa. Y cómo no, lo primero que hice fue encaminarme hacia All Saint Church, la iglesia donde bautizaron a Elisa.

En la foto 2 me veis por el sendero que rodea la iglesia. La verdad es que me produjo una sensación extraña porque, de repente, me vi paseando entre tumbas por el camino que serpentea hasta la iglesia. Ya habréis imaginado que cualquiera de esas lápidas podría ser la de Margaret o la de Elisa. En la foto 3 podéis ver la torre del campanario con su reloj azul. ¿Os acordáis que en la novela, durante la noche de tormenta del 16 de marzo de 1859, esta torre sufre daños al caerle un rayo?

All Saint también es importante porque, en la rectoría, Blanca encuentra varios documentos como partidas de nacimiento y defunción, y una sentencia de divorcio fechada en 1853, algo que la sorprende muchísimo pero que la ayuda a continuar sus investigaciones. Por desgracia, no encontré a Sor Agnes ni a Su Ilustrísima comiendo suspiros a la crema de orujo, pero en la iglesia (foto 4) me llevé una grata sorpresa porque había una coral femenina ensayando para el concierto de esa misma noche, voz y campanas, impresionante (quizás estuviera cantando sor Dorothea…). Después, paseé por los alrededores durante un rato y encontré la casa que podría haber sido la de Sir Albert Curthley, ¿os gusta? (foto 5). Finalmente, como seguía los pasos de Blanca, visité el castillo de Leeds, que es impresionante y está a las afueras de Maidstone (fotos 6-7).

Como curiosidad, contaros que también visité Rochester, que no aparece en Blanca y Elisa pero que está muy cerquita. Os lo quería explicar porque Rochester forma parte de la ruta literaria de Charles Dickens, ya que allí se inspiró y escribió varias de sus novelas (foto 8). Y en Navidad, se celebra un festival en su honor con multitud de representaciones de sus obras. Además, tienen un castillo precioso (foto 9). Después, me encaminé hacia Strood (foto 10).

Más tarde viajé hasta Brighton. Me alojé en el Hilton Brighton Metropole y quedé enamorada. Su interior me recordó al Bedford Royal Hotel, y aunque en mi habitación no había una cama con dosel, era todo era lujo y elegancia (fotos 11-12-13).

Para el paseo marítimo de Southampton, desde donde Elisa y su padre parten hacia Funchal en otoño de 1851, me inspiré en Brighton. Estos paseos a lo largo del muelle eran uno de los pasatiempos favoritos de la época (fotos 14-15-16); el de Southampton fue inaugurado por la duquesa de Kent y la princesa Victoria en julio de 1833. Normalmente, iban los pasajeros de los transbordadores y de los barcos de paseo, y seguro que Elisa y el señor Parrington disfrutaron allí antes de su travesía.

Y, desde Brighton, directo al aeropuerto de Gatwick, en Londres. Busqué a Blanca pero no la vi, quizás fue otro día cuando viajó hacia Altaussen, Austria, para continuar con sus investigaciones. Pero para mí ya era el final del viaje.

¡Cuántos días llenos de grandes momentos!

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